Pájaros de barro que nacieron
un instante antes de que
el cielo se nos acabara.
Pájaros de mar
que incendian el
horizonte
y el vino
tinto
consumido
por su luz.
Pájaros de la misma
parvada
que nos vió
nacer…
desbordándonos entre
sus alas.
¿Hace cuánto que tus ojos se pasearon por aquí,
delatando a la Luna
por su
Voz de Viento
entrecortada?
¿Hace cuánto que mis labios
quisieron tu pelo
azul
y tu mirada
y a la niña
en su desvelo?,
¿hace cuánto
que no le
cantas?
¿Hace cuánto?
y aún habitas aquí
Mujer de
Carne
y Velo
Mordiendo
el Espejo
del
Mar
bajo mi cama.